sábado, 10 de marzo de 2012

Nunca perder la esperanza. Hacerse un contrato imposible.

Frau Müller era una jugadora implacable que regentaba un club de Bridge en Baden-Baden. Cuando estuve allí trabajando en los años 80, tuve la oportunidad de verle jugar esta mano.

Nadie vulnerable, Frau Müller abrió la subasta de 1♠. Su compañera, que era una coitada, después de pensar un buen rato dijo 3 y Frau Müller, casi sin dar tiempo a Este para pasar, cerró la subasta a 3ST. Digo cerró porque su compañera no osó decir nada, aunque hizo un gesto de desaprobación.

Yo desde luego habría dicho 4, pero no sé si lo habría hecho si mi compañera hubiera sido Frau Müller.

Oeste salió del 6 que Frau Müller tomó con su J. Sin torcer el gesto jugó su único corazón a ver si de manera milagrosa el A desaparecía de este mundo y se podía hacer los siete corazones del muerto. Oeste asistió y Este tomó con el A para salir de un pequeño trébol. Visto que su única posibilidad de entrar en el muerto era en este palo, jugó pequeña y vio con sorpresa que se hacía el 10♣ del muerto y los seis corazones. Finalmente hizo 11 bazas lo que les valió 460, un “top” pues en el resto de las mesas se cumplieron 4 para 420.

Me sirvió de ejemplo para aprender que nunca hay que tirar la toalla y que aunque parezca imposible siempre hay una posibilidad de hacerse el contrato. Otra lección que aprendí es que es mejor correr el riesgo de una bronca y marcar 4 que dejar a nuestro compañero que se estrelle, por mucho carácter que tenga y por mucho que le guste cartear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario