jueves, 14 de abril de 2011

Un "squeeze" en la partida de ayer en el Bilbao Bridge Club.

Ayer 13 de abril de 2.011 en el Bilbao Bridge Club jugábamos la poole de los miércoles Javier y yo y contra Ester y Feli, dos grandes aficionadas, y nos dieron estas cartas en la mano nº4.

K 9

A K 10
Q 10 2
K Q 10 7 2
 Q 10 6 5
N
O         E
S
7 4 3 2
 9 8 3
J 7 4 2
 9
K 8 7 4 3
 J 9 5 4 3
-

A J 8

Q 6 5
A J 6 5
A 8 6

Abrió la subasta Norte de 1ST y Sur le invitó con 4ST que Norte aceptó yendo a 6ST.

Salida de Este de 4 para 5 ,9 y 10. El declarante después de llegar a la conclusión de que Este posee el K cuenta que se va a hacer dos picos, tres corazones, tres diamantes y tres tréboles para un total de once bazas.  También comprueba que no le será difícil promocionar otro trébol para cumplir el contrato.

En un momento dado considera que quizás se podría hacer trece bazas y obtener un buen resultado.

Lo primero que hace es jugar su Q sobre la que Este pone el K y el muerto el A. Oeste descarta un corazón, una agradable sorpresa. Ahora prueba un pequeño trébol y ve que Este no tiene, otra buena sorpresa. Así que ya tiene situados dos palos. El contrato está hecho con el impás a la J pero quizás hay más, una baza más que es lo que consiguen los “Squeeze”.

Veamos cómo funciona. La mano sobre la que hay que hacer el “squeeze” es Oeste. La condición para realizarlo es que Oeste tenga que defender además de los tréboles los picos. Vamos a fijarnos en sus descartes. Jugamos el 2 a la J; descarta otro corazón. Ahora jugamos A y K sobre el que descarta un pico. A Oeste solo le quedan picos y tréboles. Otro corazón a la Q; ¿qué descarta ahora? Si descarta otro pico jugamos K, y A sobre el que caerá su Q. En la J tendrá que irse de un trébol, palo que tan apasionadamente ha guardado hasta el final. Total trece bazas.

Curiosamente no es la única mesa en la que se han hecho trece bazas pues en otra al menos Oeste descartó un trébol en el segundo diamante. No importa que otras parejas hagan buenos resultados porque les hicieron una mala defensa, jugando bien tenemos dos ventajas, una es que los resultados nos acabarán dando la razón, y la otra la satisfacción de identificar y “ejecutar” una buena jugada. 

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