La primera consideración es valorar las posibilidades que
tienen los contrarios de hacerse el contrato. Si estás no son muchas, será
mejor no hacer el sacrificio. Si consideramos que se pueden hacer el contrato,
lo siguiente que hay que hacer es valorar cual va a ser el costo del sacrificio
y ver si nos merece la pena. Ambas valoraciones son difíciles de hacer y esa es
la razón por la que muchos jugadores evitan hacer sacrificios, lo que favorece
a los osados que sí los hacen y a los que se suele considerar como aventureros o “talibán”.
En este ejemplo se da una paradoja. En una sala dejan jugar
4©,
contrato que no se cumple, y en la otra sala hacen el sacrificio a 4ª doblados que, para sorpresa de los cuatro jugadores, se cumplen lo que representa 9 IMP’s.
El carteo es muy sencillo pero muy efectivo. El declarante consigue hacerse
tres picos, cinco diamantes, y dos corazones fallados. Para ver el carteo haced
clic en la ventan “Next”
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