La primera consideración es valorar las posibilidades que
tienen los contrarios de hacerse el contrato. Si estás no son muchas, será
mejor no hacer el sacrificio. Si consideramos que se pueden hacer el contrato,
lo siguiente que hay que hacer es valorar cual va a ser el costo del sacrificio
y ver si nos merece la pena. Ambas valoraciones son difíciles de hacer y esa es
la razón por la que muchos jugadores evitan hacer sacrificios, lo que favorece
a los osados que sí los hacen y a los que se suele considerar como aventureros o “talibán”.
En este ejemplo se da una paradoja. En una sala dejan jugar
4©,
contrato que no se cumple contra una buena defensa, y en la otra sala hacen el sacrificio a 4ª
doblados que para sorpresa de los cuatro jugadores se cumplen lo
que representa 9 IMP’s. El carteo es muy
sencillo pero muy efectivo. El declarante consigue hacerse tres picos, cinco
diamantes, y dos corazones fallados.
Otro aspecto es analizar las manos con la "Ley de bazas totales" según la cual habría en principio 17 bazas entre las dos líneas, aunque el fallo a corazón en Este y el mal reparto de N/S cambien tanto el número total como el reparto de las mismas. Para ver el carteo haced clic en la ventana “Next”
Otro aspecto es analizar las manos con la "Ley de bazas totales" según la cual habría en principio 17 bazas entre las dos líneas, aunque el fallo a corazón en Este y el mal reparto de N/S cambien tanto el número total como el reparto de las mismas. Para ver el carteo haced clic en la ventana “Next”