Bridge
El bridge es una enfermedad altamente contagiosa, progresiva e incurable. La OMS estima que actualmente hay
entre 50 y 100 millones de personas infectadas en todo el mundo. A diferencia
de otras epidemias de esta envergadura, el bridge ataca primordialmente en los
países desarrollados. Aunque raramente es mortal, el mal tiene un enorme
impacto negativo en las vidas de los individuos infectados y en la sociedad en
general.
Etiología
Las teorías primigenias supusieron que el
bridge era una droga adictiva, muy parecida al alcohol. Sin embargo, en 1976
dos equipos independientes de científicos holandeses y norteamericanos aislaron
el Bacillus bridgeus, una minúscula bacteria causante del bridge. Este
descubrimiento explica porqué los primitivos métodos de tratamiento, tales como
"Bridgistas Anónimos", fracasaron.
El Bacillus bridgeus se
transmite primariamente por vía de contacto con otros jugadores de bridge. Una vez
introducido en el cuerpo humano, se aloja en el cerebro, donde ataca las zonas
responsables de las funciones cognitivas más elevadas. Durante la fase
terciaria del brige (ver abajo los síntomas), el cerebro del paciente no es
sino una herramienta en manos del Bacillus bridgeus para trasmitirse a otras
víctimas.
Origen de la epidemia
La epidemia de bridge comenzó alrededor
de 1890, casi simultáneamente en Gran Bretaña y en USA. Parece ser que una
bacteria relativamente benigna, la causante del whist, se mutó para devenir el
Bacillus bridgeus. Si bien las razones de esta mutación no están completamente
establecidas, una hipótesis probable es la que sugiere que surgió por la
exposición de la bacteria del whist a altas dosis de alcohol y aburrimiento
entre los miembros civiles en ciertas partes del Imperio Inglés (sobre todo
Egipto y La India).
Síntomas y remedios
Fase 1.- No es del todo desagradable,
pues el individuo infectado disfruta ocasionalmente del juego del bridge, sin
pensar en él en los intervalos. Sólo una exigua parte del cerebro ha sido
atacada y no son raras las noticias de detención espontánea de la enfermedad e
incluso de recuperación completa.
Fase 2. – Lo corriente es que venga
marcada por el hecho que la víctima empieza a analizar una mano que acaba de jugar.
También se puede detectar por circunstancias como la de que el paciente compre
un libro de bridge, normalmente con un título como "Mejore su
técnica de juego" o "La defensa mortal en bridge". Durante esta
fase el sujeto es frecuente que ingrese en un club de bridge y participe en su
primer torneo. Una vez que esto ocurra, el pronóstico es casi siempre
pesimista.
Fase 3.- Se puede reconocer cuando la
víctima se sepa el nombre de los actuales campeones mundiales, los ganadores de
la Bermuda Bowl
u otros torneos importantes. También viene caracterizada por poseer el paciente
una estantería con libros de bridge y/o suscribirse a una revista de bridge. En
esta fase el individuo afectado pierde interés en otras actividades, su cara es
conocida en el circuito de campeonatos y muchas veces se engolfa en la teoría
del bridge. En casos extremos la víctima descuida incluso sus más elementales
funciones, tales como el comer o la higiene personal.
Aunque puede haber períodos de mejoría
marcada, que suelen obnubilar al paciente y sus preocupados familiares con un
falso sentido de securidad (el paciente incluso piensa: "si quiero puedo
dejarlo") es importante ser consciente de que la recaída es inevitable. No
obstante, cierto alivio sintomático puede lograrse por métodos simples, tales como
conseguir que la víctima se interese en otras actividades (como el sexo, la
pesca e incluso hacer ganchillo), retirarle su dinero gastable y mantener al
paciente encerrado durante los torneos de club o los zonales.
Curacion
Actualmente la única
cura disponible para el bridge es la lobotomía (ya sabeis, la ablación de lóbulos
frontales del cerebro), a practicar sólo en casos extremos.
Prevención
El bridge es altamente contagioso.
Cálculos conservadores estiman que es 65 veces más contagioso que el ajedrez y
unas 5-6 veces más que el grupo viral más infeccioso, el llamado Nintendo (que
normalmente ataca a los niños y adolescentes y desaparece sin dejar secuelas al
llegar las víctimas a la edad adulta). Así pues, es muy dificultoso prevenir
una infección de bridge.
Precauciones: se
debe evitar todo contacto con jugadores de bridge. Si no es posible
soslayarlo completamente, no debe permitirse que los individuos afectados
hablen de bridge; y nunca, literalmente nunca, consentir en ser iniciados al
bridge.
Los resultados, recientemente publicados, de un estudio durante 20 años por
John R. Williams y otros, de la Universidad Hopkins conducen a conclusiones
sorprendentes. Así, no es particularmente arriesgado estar en compañía de
portadores del virus si su número es divisible por cuatro. De otra
parte, es extremadamente peligroso encontrarse sólo con otros tres (o 7, 11,
etc) jugadores de bridge durante un período prolongado de tiempo (un crucero,
chalet de vacaciones etc). Las razones de tal dicotomía de momento son
totalmente desconocidas y subrayan nuestra falta de conocimiento acerca del
Bacillus bridgeus.